Cuando hemos superado el mes de campaña, tanto de sensibilización, como de recaudación, podemos decir varias cosas que son ciertas.
Es normal que con el paso de los días las donaciones personales se hayan reducido en gran medida, porque la gente que quería hacer un donativo, en su mayoría, ya lo ha hecho.
Las actividades se han ido realizando con normalidad y sigue habiendo cosas que hacer, cosas programadas. Pasada la euforia inicial, estamos en lo que algunos llamarían la etapa de madurez: el mensaje ha calado, la gente está informada y sensibilizada, y las actividades se desarrollan bien.
Lejos de la autocomplacencia, ahora nos queda el camino más complicado que no es otro que rematar la faena, como se diría en el argot taurino. Y eso pasa por alcanzar los 200.000 € necesarios para la operación, la estancia (muy cara) en el hospital, el postoperatorio que puede ser necesario que sea, en parte, allí, la manutención y el alojamiento. Son muchos detalles que ya se están perfilando para poder fijar fecha para que Manuel marche a EE.UU.
Pero hay algo que se mantiene firme a lo largo de todo este tiempo y no es otra cosa que el APOYO INCONDICIONAL de la gente del pueblo, de los pueblos vecinos, de lugares remotos de nuestra geografía. Ese apoyo a veces conlleva también la donación, pero el simple apoyo es algo muy importante. Se ha conseguido que numerosos famosos, básicamente malagueños, se unan en ese apoyo, ya sea con una fotografía, un vídeo, un retuiteo... Sin toda esa fuerza que la gente ha mostrado, no estaríamos donde nos encontramos, ya sobrepasada la mitad de la cantidad necesaria para operar a Manuel y que puedan estar con él cerca una o dos personas.
Por todo eso, estamos dando gracias constantemente. Y lo hacemos con el corazón porque cuando hace poco más de un mes le proponía a Manuel abrir una página e intentarlo, ni él ni yo contábamos con esta respuesta. Podíamos suponer que sería buena, pero nunca que sería tan buena y tan intensa. Recuperada la ilusión por parte de Manuel y la familia, ahora sólo queda completar el círculo y esperar que allí, efectivamente, puedan hacerle lo que aquí ya sonaba a desahucio. Todos podremos decir, ocurra lo que ocurra, que lo intentamos y fuimos capaces de hacer lo más complicado: transmitirle a Manuel nuestra fuerza, nuestro APOYO INCONDICIONAL. El dinero que se está consiguiendo es la consecuencia, no la causa.
Publicado originariamente el 24 de julio de 2015